En el litoral almeriense, a 5 km del municipio de Carboneras y tras un buen paseo, descansa una de las playas más bonitas de España: la playa de los Muertos. Su toponimia, sin embargo, no le hace ninguna justicia ya que las veleidosas mareas arrastraban hasta este lugar los cuerpos abotargados de náufragos y piratas con asidua y tétrica contumacia y la historia, a través de la imaginación y consuetudinario proceder de los lugareños, bautizó el lugar con tan luctuoso nombre; pero así es este pedazo de tierra, remedo del paraíso, un refugio de belleza natural y salvajes contrastes.
Enclavada entre dos acantilados - las Salínicas y la Punta de los Muertos - yace una playa recta de más de un kilómetro de longitud, cuya arena está conformada por una alfombra de pequeños guijarros de color marfil, bañada por las aguas más cristalinas de la zona y delimitada por dos islotes de negra piedra de origen volcánico. Se mire como se mire, un despertar para los sentidos.
Esta nueva entrega de la colección que ahora presento, conformada por piezas únicas y exclusivas encontradas en la playa de los Muertos, es el fruto de uno de mis viajes y mi creciente interés por la leyenda que lo mortifica, es un homenaje a todas las almas que se cobró el esquinado mar aguamarina que corteja la playa y que llevó a hasta allí para darles, por fin, descanso.
Plata 925/000
3'5 x 2,5 cm
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Plata 925/000
3 x 2 cm
ADQUIRIDO
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